Servicio excepcional, ubicación realmente encantadora y fantástica respecto a los remontes de esquí. Las habitaciones son súper limpias, impecables, y vienen con un minibar, una caja fuerte personal y un televisor de pantalla plana.

Una experiencia inolvidable. Una comida buena en el bar para desayunar. La habitación era bien equipada y de buen tamaño con una vista espectacular, un reproductor de dvd y un sofá cama extraíble, y el servicio del personal excelente. En general un lugar muy bueno, el mejor lo suficientemente cerca del centro de la ciudad, de todas las tiendas y restaurantes, de los conciertos.

El hotel Vanessa en Verbier es un lugar realmente encantador y no está demasiado lejos del Verbier Bike Park. Siempre íbamos andando a los bares y los restaurantes, ya que estaban muy cerca del hotel. El restaurante del hotel Vanessa ofrecía una comida deliciosa.

La atención personalizada, habitaciones amplias, traslados gratuitos, limpieza impecable, amabilidad en la recepción.

Imposible encontrar algo negativo.

La habitación era bien equipada y de buen tamaño, con vistas, ha sido una experiencia inolvidable. Hubo un desayuno delicioso, con carnes y tortitas. La ubicación era muy buena, la mejor, al lado de todas las tiendas y restaurantes, en una zona tranquila. El servicio en el bar por parte de los camareros fue excelente. Todo el personal era brillantemente servicial y muy servicial, arregló mis problemas.

Me alojé en un hotel en el centro de la ciudad. La ubicación era perfecta, ya que estaba cerca de las pistas de esquí y en la ladera de la montaña. La habitación era amplia y tenía un baño separado, lo que fue muy conveniente. El servicio fue impecable, desde la atención en la recepción hasta la limpieza de la habitación. El desayuno era delicioso y había una gran variedad de opciones. Además, el traslado gratuito a los restaurantes del pueblo para cenar fue un gran detalle.

El único aspecto negativo fue la falta de espacio en el armario de la habitación dúplex para guardar la ropa de esquí de tres personas.

Las vistas a las montañas desde el hotel eran espectaculares. La habitación era amplia y cómoda. El personal era muy servicial y educado, siempre dispuesto a ayudar. La ubicación central del hotel era perfecta, cerca de bares, tiendas, restaurantes y remontes de esquí.

Viajé a Verbier para relajarme y divertirme en este hotel boutique muy bonito, que resultó ser el lugar perfecto. El personal es complaciente y servicial. El cuarto es espacioso, con televisor y un sofá cama extraíble. El hotel ofrece una gran variedad de comida deliciosa. La ubicación en la ladera de la montaña y el ambiente familiar son encantadores. Está situado en una calle tranquila.